PATOGENIA Y TRANSMISIÓN

Domínguez, L., Goyache, J., Briones, V. y Sánchez-Vizcaíno, J.M.

S. suis puede penetrar en el organismo por las vías transcutánea (a través de cortes y abrasiones), oral y nasal, en cuyo caso accederá a las criptas de las tonsilas donde permanece viable durante periodos de tiempo prolongados. Los animales infectados pueden desarrollar la enfermedad de forma rápida o actuar como portadores tonsilares y desarrollar la enfermedad posteriormente (a medida que la inmunidad maternal disminuye), en general asociada a situaciones de estrés. S. suis coloniza muy pronto las vías respiratorias altas del cerdo, considerándose que tras los primeros 5 días de vida del animal este hecho ya ha tenido lugar. Los lechones se infectan mayoritariamente en el momento del parto, cuando contactan o aspiran secreciones vaginales contaminadas. La transmisión vertical de S. suis se ha demostrado por la determinación de los serotipos aislados tanto en la madre como en la camada, aunque este método no es definitivo ya que no puede discriminar hasta el grado de cepa.

 

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Debemos recordar que S. suis es, principalmente, un patógeno con predilección por el sistema nervioso. Los mecanismos que permiten la diseminación intraorgánica de S. suis están todavía poco claros. Los posibles pasos en la patogénesis son la entrada de la bacteria en sangre desde las tonsilas vía vasos sanguíneos o linfáticos eferentes, fagocitosis de la bacteria por monocitos circulantes, transporte de la bacteria al líquido cerebroespinal vía plexos coroideos y estimulación de la producción de citoquinas por la línea monocitos/macrófagos que, en el caso de procesos meningíticos, conduce a un infiltrado inflamatorio y a una mayor permeabilidad que aumenta la presión intracraneal, dañando neuronas y contribuyendo a los signos de enfermedad nerviosa.


Existen diversos grados de virulencia entre cepas de un mismo serotipo de S. suis. Los factores de virulencia se han relacionado con constituyentes de la cápsula y pared celular de esta bacteria y por la secreción de sustancias tóxicas. Parece clara la relación de tres proteínas con la virulencia de las cepas de S. suis tipo 2 [Muramidase Released Protein (MRP), Factor Externo (EF) y suilisina (hemolisina)]. En estudios realizados en nuestro país, se ha observado que el 36'5 % de las cepas de S. suis aisladas de casos clínicos tenían capacidad para producir estas tres proteínas, perteneciendo el 80 % de ellas al serotipo 2, lo que explicaría la mayor prevalencia de S. suis tipo 2 en los casos de meningitis estreptocócicas.   Por otro lado, las cepas aisladas de portadores tonsilares poseen, generalmente, una menor capacidad de producción de estas proteínas consideradas como factores de patogenicidad (más del 50 % no producen ninguna de las tres proteínas). En cualquier caso, como no todas las cepas aisladas de casos clínicos poseen estos factores extracelulares, se asume que estas cepas poseen otros factores de virulencia. Entre ellas podrían estar factores de unión como la proteína de unión a IgG, una adhesina o una proteína de unión a albúmina. Estas proteínas teóricamente podrían participar en el establecimiento de la infección, aunque su papel sigue sin estar claro, no pareciendo ser esenciales en la patogenia de la infección por S. suis.

Todavía se trata de dilucidar la implicación de infecciones víricas previas o concomitantes como potenciadoras de las lesiones y signos clínicos de las infecciones por S. suis. Existen opiniones contradictorias sobre si la infección por el virus del síndrome respiratorio y reproductivo porcino (PRRSV), predispone o potencia la infección por S. suis.

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