FORMAS CLÍNICAS Y LESIONES
FORMAS CLÍNICAS

Distintos estudios de infección realizados con PCV1, en cerdos con edades entre 1 a 9 meses, han demostrado que PCV1 no induce signos clínicos de enfermedad ni lesiones macroscópicas ni microscópicas. Sin embargo en los animales infectados es posible detectar la presencia de virus en numerosos tejidos a distintos días post infección.

Con el fin de conocer que patología origina específicamente PCV2, se han realizado numerosos estudios de inoculación experimental con PCV2 sobre cerdos jóvenes privados de calostro, serológicamente negativos. Estos estudios han puesto de manifiesto que la infección por PCV2 origina signos clínicos bastante inespecíficos y no siempre evidentes, caracterizados por leve a moderada hipertermia, letargo y depresión, en algunos casos ictericia, hipertrofia de ganglios linfáticos, aparición de trastornos respiratorios leves o moderados, y una mayor susceptibilidad a infecciones bacterianas.


LESIONES

Microscópicamente se observa depleción linfocitaria variable en órganos linfoides, necrosis celular de hepatocitos y procesos inflamatorios mononucleares de intensidad leve a moderada, que pueden afectar a distintos tejidos principalmente nódulos linfáticos, pulmón, intestino, hígado, riñón y corazón. Estas lesiones son muy leves en infecciones subclínicas por PCV2, pero alcanzan toda su plenitud en casos de PMWS. También se observa infiltración de macrófagos que ocasionalmente contienen cuerpos de inclusión intracitoplasmáticas de tipo basofílico en tejido linfoide y otros tejidos.


PCV2 parece ser un factor necesario, aunque probablemente no suficiente para la expresión de enfermedad como se observa en PMWS. Trabajos experimentales recientes confirman que la co-infección de PCV2 con otros virus, como PRRSV o parvovirus porcino, aumenta de forma significativa la severidad de las lesiones, originando los cuadros típicos que se atribuyen a PMWS.

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