¿Qué son los perfiles ?
Se conocen como seroperfiles, los estudios serológicos seriados realizados en una explotación, para conocer su perfil inmunológico y sanitario.

Los seroperfiles se basan en la detección de los anticuerpos circulantes mediante cualquiera de las técnicas actualmente disponibles, con el fin de poder obtener información sobre la situación de los animales de una explotación en ese momento, o en estados previos. Estos estudios son cada día más utilizados para el control sanitario de las explotaciones porcinas, representando en muchos casos un importante medio para reducir costes en medicamentos y aumentar el nivel sanitario

Los análisis serológicos permiten, entre otras posibilidades: conocer la situación sanitaria, elegir el mejor momento para vacunar, controlar los programas vacunales y evitar la entrada de enfermedades en la explotación.

Para hacer un buen estudio serológico es una explotación debemos tener en cuenta, en primer lugar, los siguientes puntos:

  1. ¿Qué deseo conocer de mi explotación?. ¿Cuál es la pregunta que quiero hacer?. ¿Puede resolver estas dudas la serología?
  1. ¿A qué animales y en qué momento les debo preguntar?.
  1. ¿Qué número de muestras debo recoger y como hacerlo?.
  1. ¿Qué diferencias hay entre las técnicas de laboratorio?

1. ¿Qué deseo conocer de mi explotación? 
Está es la primera pregunta que debemos tener clara antes de iniciar un estudio. ¿Qué queremos saber de nuestra explotación?. Como veremos mas adelante, la serología nos puede ayudar para conocer algunas cosas, pero no para otras. Es importante conocer estas limitaciones. La dinámica de aparición de los anticuerpos, la dificultad para diferenciar anticuerpos vacunales de anticuerpos de enfermedad, el tiempo que tardan los anticuerpos en aparecer tras una infección, etc. son algunas consideraciones que debemos siempre recordar al planificar el estudio serológico.

¿Deseo conocer la presencia o no de alguna enfermedad? ¿Cómo va el programa vacunal? ¿Cuál es el estado sanitario de los animales de reposición?, etc. Estas son algunas de las preguntas que se pueden formular y para las que los estudios serológicos son indicados. En las aplicaciones de la serología veremos como podemos plantear estos estudios. 

2. ¿A qué animales y en qué momento les debo preguntar?
Esta es otra pregunta importante que debemos tener definida. Recordar que los animales de las distintas fases de producción pueden presentar diferentes seroperfiles; luego debemos preguntar a los animales que puedan contestar a nuestra pregunta. Como ejemplo, debe recordarse que las inmunoglobulinas no atraviesan la placenta, por lo que el lechón no presenta inmunoglobulinas hasta que tome el calostro materno. 

A partir de la toma del calostro ira adquiriendo inmunidad humoral. Esta respuesta humoral será el reflejo de la inmunidad de la madre todavía no la del lechón. La máxima adsorción del calostro se produce entre las 6 y las 36 horas después del parto, siendo la presencia de inmunoglobulinas en sangre detectada entre las 12 y 24 horas después de ingerir el calostro, manteniéndose en el ámbito sanguíneo por tiempos muy variables dependiendo del tipo de inmunoglobulina, estatus inmunológico de la madre, tipo de agente infeccioso, etc. En general se pueden encontrar inmunoglobulinas calostrales entre las 3, 8 y 20 semanas de vida del animal. Por este y otros motivos es importante saber, dependiendo de la pregunta que queramos realizar, en que edad tomar la muestra y a que animales: Madres, lechones, cebo, etc.

3. ¿Qué número de muestras son necesarias para un estudio serológico?

Esta es otra de las preguntas clave para que los resultados sean significativos de la situación. Además, de tomar muestras de las diferentes zonas de la explotación y de las diferentes áreas productivas, es también importante definir cuantas muestras necesitaré de cada zona. Dos aspectos son importantes a la hora de evaluar una explotación porcina: Aquellos encaminados a conocer si existe o no una determinada enfermedad en la explotación y los estudios que en caso afirmativo, pretenden conocer su prevalencia. En otras palabras las preguntas serían: ¿Existe tal o cual enfermedad en mi explotación? En caso afirmativo ¿Cuál es su prevalencia?. Para contestar a una u otra pregunta es vital determinar el tamaño de la muestra que debemos analizar. Este tamaño de muestra también dependerá del grado de precisión que deseemos obtener. Para estos estudios existen tablas (ver otras fuentes de información) que indican el número de muestras que necesitamos en función de la prevalencia esperada, la precisión y el nivel de confianza deseado. El número de muestras necesarias varía mucho dependiendo del nivel de confianza que deseemos obtener y la prevalencia que sospechemos. En general, desde un punto de vista práctico y sencillo, se pueden aplicar las siguientes cifras para un muestreo serológico:

Para reproductoras:

  • En explotaciones con menos de 25 animales: Se estudiaran todos
  • En explotaciones entre 25 y 100 reproductoras: Se tomaran 25 muestras que en las siguientes determinaciones irán rotando.
  • En explotaciones con mas de 100 reproductoras: 30 muestras y se rotarán.

En cebo:

  • Al menos 30 muestras por cada área de cebo.

La otra pregunta sería: ¿qué tipo de muestra necesito y como tomarla?. Los seroperfiles se llevan a cabo fundamentalmente a partir del suero de los animales, aunque a veces también interesa conocer la cantidad de inmunoglobulinas presentes en el calostro y/o en la leche materna. Las muestras de calostro se debe recoger durante las 24 horas después del parto. Si se va a remitir a laboratorio de forma inmediata conviene refrigerarlo y enviarlo con refrigerante. Si el envió se realizará en los días siguientes se debe congelar y enviar posteriormente bajo refrigeración.

La sangre, para la obtención del suero, se suele extraer fundamentalmente de:

Vena marginal de la oreja. Mediante lanceta y posterior recolección en tubo o directamente por punción con jeringas y aguja de entre 16 mm y 25 mm. La ventaja de este sistema es su sencillez, pero presenta como principales dificultades la poca cantidad que se suele poder obtener  y las altas contaminaciones que se producen.

Vena del rabo. Se utiliza jeringas (agujas de 25 mm), tubos de vacío o amputación parcial. Es un método relativamente sencillo pero del que sólo se pueden obtener alrededor de 0, 5 ml. Tampoco es el ideal.

Vena yugular. Es uno de los métodos más utilizados sobre todo en madres. Se utilizan jeringas, "vacutainer" o "monovet" con agujas adecuadas al tamaño del animal. Se pueden extraer de 10 a 30 ml.

Vena Cava. Se utiliza para sangrar todo tipo de animales desde lechones a adultos y sobre todo cuando se necesita gran cantidad de sangre. Las agujas cambiaran según el peso del animal (10 Kg. 25 mm, 45 Kg. 38 mm, 100 Kg. 50 mm, madres 100 mm.).

Sangrado ocular. Se utiliza para sangrar todo tipo de animales desde lechones a adultos y sobre todo cuando se necesita gran cantidad de sangre.

Por último, ¿Qué hago con la sangre una vez extraída?. La sangre debe quedar a temperatura ambiente (en una sombra, en zona fresca) hasta su coagulación (aproximadamente entre una y dos horas), después debe mantenerse a + 4º C (frigorífico) toda la noche. Posteriormente, es aconsejable centrifugarla o al menos separar el suero del coagulo antes de su envío al laboratorio. Los tubos deben ir claramente marcados y empaquetados. Si el estudio que se desee llevar a cabo implica la realización de dos determinaciones con un intervalo de 21 días (seroconversión) sería mejor congelar el suero una vez coagulado y separado del coagulo y esperar a la siguiente toma para hacer la misma operación y enviar ambos sueros a la vez. Un buen diagnóstico depende en gran medida de una buena muestra. Evitar contaminaciones o alteraciones del suero siempre es una garantía para el diagnóstico.

4. ¿Qué diferencia hay entre las técnicas de laboratorio?

Como hemos reflejado al principio de este capítulo, hoy día existen multitud de técnicas de laboratorio disponibles para llevar a cabo un estudio serológico. La capacidad diagnóstica de un método, viene determinada por el cálculo de la sensibilidad y especificidad de ese determinado método, frente a la técnica considerada de referencia. Hay algunos conceptos que convienen recordar para saber valorar cada una de las técnicas disponibles. Estos conceptos son:

Sensibilidad: Es la capacidad de un método para detectar sueros positivos frente a una determinada enfermedad. La sensibilidad permite que todos los positivos sean detectados.

Especificidad: Es la capacidad de un método para diferenciar sueros positivos de los sueros negativos en una determinada enfermedad. La especificidad evita dar resultados falsos positivos. Ningún negativo debe ser considerado por la técnica como positivo.

Valor predictivo: Es la capacidad de una técnica para distinguir entre animales que están padeciendo una determinada enfermedad de los que no la están padeciendo. En definitiva, predecir la sensibilidad y especificidad para un caso negativo o para un caso positivo. El valor predictivo puede ser:

Positivo: Es la frecuencia de la enfermedad entre los animales con resultado positivo.

Negativo: Es la frecuencia de ausencia de la enfermedad en los animales con resultado negativo.

Eficacia: Porcentaje de animales clasificados correctamente con un método determinado.

Positivo verdadero: Animal enfermo correctamente clasificado por la técnica.

Positivo falso: Animal incorrectamente clasificado por la técnica empleada.

La sensibilidad y especificidad de una técnica será mayor cuanto mayor puedan ser los diferencias obtenidas en la distribución de las poblaciones positivas y negativas que establecen el punto de corte.

Sensibilidad y especificidad baja

Sensibilidad y especificidad media

Sensibilidad y especificidad alta

La valoración de los parámetros de sensibilidad, especificidad y valor predecible se realiza comparando los resultados de una técnica de referencia, o de la enfermedad real con los obtenidos con la técnica que deseemos valorar mediante la siguiente formula:

Técnica Control o Infección real
Técnica objeto de
valoración
  + -
+ A C
- B D

A: Positivos en que coinciden ambas técnicas.

B: Positivos reales que la técnica objeto de valoración da como negativos.

C: Positivos de la técnica objeto de valoración que son realmente negativos.

D: Negativos por ambas técnicas.

ENSIBILIDAD = A
A+B
x 100
ESPECIFICIDAD = D
C+D
x 100

Valor predictivo para positivo:
A / A + C

Valor predictivo para negativos:
C / B + D

De las técnicas actualmente en uso, las que presentan mejores niveles de sensibilidad y especificidad son la seroneutralización y las técnicas de ELISA. Aunque dependiendo del laboratorio, se pueden usar otras y obtenerse resultados semejantes. Lo importante en este sentido, es recordar que para comparar resultados de evolución, diferentes estados, etc., conviene que siempre se hayan estudiado los sueros con la misma técnica e incluso del mismo laboratorio, pues de lo contrario podrían obtenerse resultados diferentes y confundir el diagnóstico.