Colaboración celular en la respuesta inmune. Respuesta primaria y secundaria
La producción de la mayoría de los anticuerpos depende de la colaboración entre las células T cooperadoras y los linfocitos B
  1. Actuar como células presentadoras de antígenos.
  2. Producir los anticuerpos.

Los linfocitos B presentan SLA II en su membrana, así como pueden reconocer al antígeno, incluso en su forma nativa (antígeno libre sin necesidad de estar asociados al SLA o de haber sido transformados), a través de sus inmunoglobulinas de superficie.

Esquema de la presentación de Ags por linfocitos B. Reacción con el Ag en su forma nativa (1); internalización del Ag (2); fragmentación del Ag (3); unión al SLA II (4) y expresión en la Membrana (5)

¿Cómose activa el linfocito B?

El antígeno en su forma nativa reacciona directamente con las inmunoglobulinas de la membrana de los linfocitos B, sin ninguna intervención ni de células presentadoras ni de linfocitos T, posteriormente el antígeno es internalizado, fragmentado, asociado al SLA II y expresado en la membrana del propio linfocito B. En definitiva, actúa de forma similar a las otras CPAg, presentando dos diferencias principales: a) El antígeno puede ser reconocido en su forma nativa y de forma específica mediante las inmunoglobulinas de superficie y b) No hay fagocitosis.

Una vez expresado el antígeno en la membrana de los linfocitos B, si encuentra el estimulo adecuado de un linfocito CD4+, se podrá iniciar la producción de inmunoglobulinas. Esta colaboración es esencial para la iniciación de la producción de anticuerpos, frente a la gran mayoría de los antígenos. La colaboración entre los linfocitos B y los CD4+ se produce al contactar ambas células gracias al SLA II y al antígeno, así como a la liberación de citoquinas, sobre todo de la interleuquina 4.


Un linfocito B estimulado por un antígeno cambia su estructura y función. El linfocito B se divide produciendo varios clones, posteriormente se transforma, desarrollando retículo endoplásmico rugoso, formándose finalmente una célula plasmática.

La producción de anticuerpos se inicia con la IgM y después, si sigue el estimulo antigénico, cambiara la región constante de las cadenas mu (IgM) por las gamma (IgG) y epsilon (IgE) o alfa (IgA), pero conservará sus regiones variables (las que se unen al antígeno) originales. (capítulo 4) Este proceso es semejante al originado por la presentación del antígeno a través de células presentadoras, pero es más eficaz ya que los linfocitos B sólo reaccionan con el antígeno, mientras que los macrófagos fagocitan todo tipo de partículas, y además, requiere menor cantidad de antígeno.

La única excepción a este sistema lo presentan los antígenos T independientes que pueden producir anticuerpos sin la colaboración de los linfocitos T. Estos antígenos, generalmente presentes en algunas bacterias, suelen ser polisacáridos o lipopolisacáridos , NO SON PROTEICOS, pueden reaccionar directamente con los BcR de forma entrecruzada, estimulando varios BcR a la vez de forma que inducen el estimulo suficiente como para iniciar la inducción de anticuerpos. Pero solamente son capaces de inducir IgM, ninguna otra inmunoglobulina.

Cooperación de las CPAg con los linfocitos T y B. Producción de anticuerpos por la presentación de antígenos por células fagocíticas presentadoras.

Los antígenos también pueden ser captados por los macrófagos o células dendríticas que actúan como células presentadoras de antígenos. Estas células CPAg pertenecen, junto con los linfocitos B, al exclusivo grupo de células del sistema inmune que expresan en su membrana SLA II (todas las células nucleadas presentan SLA I, pero no SLA II) por lo tanto son las únicas capaces de poder presentar antígenos (epitopes) a los linfocitos T cooperadores CD 4+.

La captación de estos antígenos se realiza, en este caso, por un mecanismo inespecífico (a diferencia de los linfocitos B) que suele necesitar gran cantidad de material antigénico. El antígeno es englobado dentro de una vesícula (1) y transportado a los lisosomas donde será degradado por las diferentes enzimas (2). Los diferentes fragmentos del antígeno, ya digerido, serán asociados mediante la unión no covalente a los SLA II (3) y transportados a la membrana del macrófago (4) donde serán reconocidos por los linfocitos T CD 4+ (los receptores TcR no pueden reconocer los antígenos sin estar asociados al SLA).


Esquema de la cooperación celular para la presentación de antígenos mediante células presentadoras (macrófagos o células dendríticas)

Al interrelacionar las células (CPAg y linfocito T) se produce una activación en ambas, con liberación de diferentes citoquinas y de sus receptores específicos, que permiten la estimulación y proliferación de los linfocitos T CD4+ (Expansión clonal de CD4+). En este momento los linfocitos CD 4+ pueden estimular a los linfocitos B para la producción de anticuerpos. Esta estimulación esta mediada por el SLA II y el antígeno (ambas células deben reconocer al menos diferentes epitopes del mismo antígeno) y favorecida por la liberación de la interleuquina 4 (IL-4). La activación de los linfocitos T CD4+, requiere por tanto, de la actuación de células presentadoras de antígeno (CPAg) y del antígeno de histocompatibilidad tipo II (SLA II).

Por uno u otro mecanismo, los linfocitos B activados sufren una proliferación, parte de las células se transformaran en células plasmáticas segregando anticuerpos y otra parte de los linfocitos B quedaran como células memoria. Las células memoria son linfocitos de larga vida, a diferencia de los linfocitos convencionales y de las células plasmáticas que tienen una vida muy corta. Esta larga vida viene regulada por un gen, conocido como bcl-2, presente sólo en los linfocitos memoria.

Características de la respuesta primaria: 

  • Lentitud en la respuesta
  • Mayor predominio de la IgM que de la IgG, 
  • Títulos bajos y de corta duración.

  Características de la respuesta secundaria:

  • Más rápida y efectiva que la primaria,
  • Se producen mayores títulos de anticuerpos y de más larga duración. 

Cuando un antígeno se presenta por vez primera al sistema inmune se produce un tipo de reacción denominada respuesta primaria.

La respuesta primaria se produce fundamentalmente en los ganglios linfáticos y en el bazo. Durante esta respuesta primaria, se producen unos linfocitos memoria que recordarán la estructura de cada epítope del antígeno para posibles futuras infecciones. 

Cuando un animal ya ha estado en contacto con un antígeno determinado y, por tanto, ha podido inducir linfocitos memoria y el antígeno penetra de nuevo, se induce una respuesta inmune denomina respuesta secundaria

En la respuesta secundaria los niveles de IgM son similares a los de la respuesta primaria, pero los niveles de IgG son mucho más altos y mantenidos en el tiempo. En la respuesta secundaria también se producen otras inmunoglobulinas como la IgA e IgE. La respuesta secundaria se produce fundamentalmente en la médula ósea, seguidos del bazo y ganglios linfáticos.

En el caso de los antígenos T independientes el patrón de respuesta es igual tanto para la respuesta primaria como para la secundaria, presentando en ambos casos sólo inmunoglobulina IgM.