| La enfermedad
de Glässer se ha descrito en un gran número de países
de los cinco continentes, siendo muy diversa la distribución
geográfica de los distintos serotipos, aunque siempre
predominan algunos en particular; por ejemplo, según
Rapp-Gabrielson y Gabrielson, en los Estados
Unidos predominan los serotipos 4 y 5, seguidos de los serotipos
2, 12, 13 y 14, con un 15% de cepas no tipables (NT).
En el Japón, el número de cepas NT es, todavía,
más alto, alcanzando valores superiores al 68% y en el
resto, el predominio es, también,
para el serotipo 5, igual que en España, al que se suma
el serotipo 4, según Rubies et al., Los
estudios llevados a cabo en Australia dan la mayor incidencia
a los serotipos 4, 5 y 13, según Blackall et al.
1996. |
H.
parasuis, como ocurre con otros patógenos respiratorios
porcinos, es un microorganismo muy lábil en
las condiciones habituales de trabajo, en el medio ambiente
y en los medios de cultivo. En una serie de experimentos
llevados a cabo por nuestro grupo (Rodríguez Ferri
et al., datos sin publicar) con el serotipo 5 (cepa
Nagashaki) se puso de manifiesto que en un caldo de cultivo
a base de BHI enriquecido con NAD y otros componentes, a
temperatura ambiente, la viabilidad se anulaba a partir
del cuarto día, prolongándose hasta el día
21 si se mantenía la temperatura a 4ºC. Si se
utilizaba suero, la viabilidad aumentaba sustancialmente,
especialmente a 4ºC en que, según las condiciones,
podían recuperarse bacterias vivas hasta un mes después
de iniciados los experimentos, lo que
demuestra que pese a su extrema labilidad, la bacteria sobrevive
algún tiempo en condiciones de protección
con materia orgánica.
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Figura 1. Curvas de viabilidad
de H. parasuis (serotipo 5) en caldo y en suero (Rodríguez
Ferri et al.)
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