FORMAS CLÍNICAS Y LESIONES
FORMAS CLÍNICAS

Dependiendo del aislado que esté afectando, de los factores epidemiológicos y de las características del hospedador, la enfermedad puede presentar diferentes formas clínicas, aguda, sobreaguda y subaguda, siendo la más frecuente la forma aguda. En estos casos la enfermedad cursa con una alta morbilidad y baja mortalidad (inferior al 5%) excepto en lechones y terneros donde puede alcanzar tasas de hasta el 50%.

Forma Aguda

Coincidiendo con el final del periodo de incubación, comienza un periodo caracterizado fundamentalmente por pirexia, anorexia y abatimiento. Los cerdos se encuentran postrados y se resisten a moverse, aparecen pequeñas áreas hiperémicas fundamentalmente en bandas coronarias, áreas interdigitales y piel y en menor proporción en el hocico. Posteriormente los focos hiperémicos evolucionan a vesículas de diferente tamaño, que pueden llegar a unirse formando grandes ampollas, y que contienen en su interior un fluido de color amarillo claro. Las manifestaciones clínicas a partir de aquí pueden ser más marcadas produciéndose los signos más característicos de esta enfermedad, salivación intensa, y cojeras provocadas por la formación de vesículas, en el epitelio del hocico y patas.  

Diferentes lesiones producidas por el virus de La FA en el rodete coronario, y espacio interdigital.


Lesion característica en el hocico.

 

Los animales pueden ocasionalmente perder las pezuñas o resultar en una deformación permanente de las patas. En el cerdo, estas de lesiones, son más frecuentes en patas que en hocico. Este cuadro lesionar se puede producir también en infecciones producidas por el virus de la Enfermedad vesicular del cerdo y la Estomatitis vesicular, por lo que es imposible establecer un diagnóstico clínico fiable, debiendo recurrir al diagnóstico laboratorial para confirmar la aparición de un brote de Fiebre Aftosa.


Otras formas de la enfermedad:

En la forma sobreaguda, poco frecuente en animales adultos, la tasa de mortalidad aumenta en lechones , debido fundamentalmente a un acusado miotropismo del virus que produce una miocarditis con muerte del animal, a veces incluso sin ninguna otra lesión. Esta lesión se describe como "corazón atigrado" y es debida a los cambios degenerativos del músculo cardiaco, que se manifiestan como franjas de color amarillento.  

M.A. Sánchez - CISA


Las formas subagudas, con síntomas inaparentes, se han descrito principalmente en ovejas y cabras. En bovinos también se ha descrito un estado de infección persistente, en el cual el virus replica sin aparición de los síntomas clínicos característicos. Este estado no se ha descrito en cerdos.

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