EPIDEMIOLOGÍA

La epidemiología de la Fiebre Aftosa es enormemente compleja, aunque, en términos generales, bastante bien conocida. De entre los aspectos más relevantes destacan la gran cantidad de especies susceptibles, la enorme contagiosidad y capacidad de transmisión del virus (razón por la que encabeza la lista A de la Oficina Internacional de Epizootias), la existencia de portadores inaparentes y su relación con la variabilidad vírica, y, por último, la vasta distribución geográfica y las negativas repercusiones económicas y comerciales que esta enfermedad acarrea.

Hospedadores

La Fiebre Aftosa tiene como hospedadores a un elevadísimo número de especies animales domésticas y salvajes (todos los fisípedos), constituyendo los óvidos, cápridos, bóvidos, suidos y cérvidos los grupos más importantes en nuestro ámbito geográfico. Deben añadirse también otros animales de importancia económica en otras zonas, como por ejemplo camélidos o proboscídeos, así como otras especies salvajes de distribución geográfica muy variada. En la especie humana hay descritos unos 40 casos en la literatura científica, benignos en general y casi siempre asociados al contacto con animales o materiales infectados. La Fiebre Aftosa no es considerada una enfermedad relevante desde el punto de vista de la Salud Pública.


Portadores

La Fiebre Aftosa presenta una bajísima mortalidad excepto en animales jóvenes. Por tanto, la inmensa mayoría de los animales se recuperan de la etapa clínica de la enfermedad, aunque algunos permanecen como portadores durante meses (oveja, cabra) o incluso años (vaca, búfalo) en base a un aparente mecanismo de equilibrio entre patógeno y hospedador. Excepción a este hecho la constituyen los cerdos y suidos en general, en los que, si bien la excreción es masiva en la fase aguda de la enfermedad, ésta cesa en el transcurso de un mes aproximadamente desde el inicio de los síntomas, por lo que se considera que los suidos no actúan como portadores.

 

El cerdo es el animal domestico mas resistente a la infección con el virus de la fiebre aftosa, siendo el más sensible el vacuno.

 

Uno de los problemas de los animales portadores es que pueden incluso llegar a serlo con independencia de su estatus inmunológico, esto es, que animales que han sido vacunados o aquéllos otros que no llegan a desarrollar la forma clínica de la enfermedad, pueden, no obstante, actuar como portadores.


Distribución geográfica de la enfermedad y de los serotipos

En términos generales, Europa, Japón, Australia, Nueva Zelanda, América Central y del Norte se consideran zonas exentas, si bien en alguno de estos puntos han aparecido brotes que han sido controlados con rapidez y eficacia a excepción del de Gran Bretaña en 2001. Por el contrario, la mayor parte de América del Sur, Oriente Próximo, Asia y África, son zonas endémicas o con brotes frecuentes, en los que, en consecuencia, se sigue por lo general una política activa de vacunación. Desde que la Unión Europea cesó en las vacunaciones se han producido, además del anterior, brotes en Italia (1993) y Grecia (1994, 1996 y 2000), así como en zonas limítrofes orientales en el curso del brote de 1996: Albania, Macedonia, Serbia, Bulgaria (también en 1991 y 1993) y la parte europea de Turquía. En España, el último brote se produjo en 1986 (Talavera).

 

Mapa de los brotes de Fiebre aftosa del año 1999
(Oficialmente declarados a la OIE, WRL, FAO)


Mapa de los brotes de Fiebre aftosa del año 2000-2001
(Oficialmente declarados a la OIE, WRL, FAO)

 

La distribución geográfica "tradicional" de los diferentes serotipos víricos es como sigue: Europa, tipos A, O y C; Próximo Oriente y Asia, tipos A, O, C, Asia1; África tipos A, O, C (sólo en el Norte) y SAT1, SAT2 y SAT3 y, finalmente, en América, han predominado tradicionalmente los serotipos A, O y C. Sin embargo, en los brotes más recientes se ha puesto de manifiesto una vez más los peligros potenciales de la globalización, ya que, aparentemente, el brote de Grecia durante el año 2000 fue causado por una cepa de serotipo Asia1. Por su parte la cepa de serotipo O que apareció en la India en 1990 se ha extendido en dirección Oeste hasta, finalmente, alcanzar Gran Bretaña en 2001. Por el contrario, el serotipo C no ha causado brote alguno en los últimos años.

www.oie.int/esp/info/es_fmd.htm

Imprimir

« 2. Nombre
.