PREVENCIÓN,
PROFILAXIS, CONTROL Y ERRADICACIÓN |
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Arias,
M., Sierra, M.A. y Sánchez-Vizcaíno,
J.M.
A partir de la década
de los 40 comenzaron a utilizarse las primeras
vacunas vivas frente a la enfermedad de Aujeszky.
A estas vacunas le siguieron otras que empleaban cepas
atenuadas por pases en cultivos celulares. De ellas las
más destacadas fueron las cepas
Bartha K/61, Bucarest
y sus derivadas, NIA-4
y Alfort 26, así
como mutantes inducidos químicamente: MK-25
y MK-35.
A mediados de los años 80 comienzan a utilizarse
técnicas de ADN recombinante
para conseguir nuevas cepas
atenuadas mediante la inactivación, modificación
y eliminación de genes implicados en la virulencia
del virus, y de genes que codifican para algunas glicoproteínas
estructurales y no estructurales de ADV, lo que ha conducido
al desarrollo de las vacunas marcadas. Se han utilizado
una amplia gama de vacunas marcadas obtenidas por ingeniería
genética, que no expresan alguna de las glicoproteínas
del virus, gE, gG ó gC, que actúan como
marcadores de las infecciones de campo. En
la actualidad las vacunas marcadas gE- son las que se
han impuesto a nivel mundial, principalmente por
sus características
inmunológicas, por los niveles de sensibilidad
y especificidad de los test diferenciales de diagnóstico
desarrollados, y por los éxitos conseguidos de
su amplia utilización en campo.
Más información sobre vacunas en el
Curso de Introducción
a la Inmunología Porcina.
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Las
cepas vacunales más importantes obtenidas por
técnicas de ingeniería genética desde
el punto de vista de su empleo actual en vacunas comerciales
son La cepa 783 , gE-/tk-.,
La cepa Begonia, gE-/tk-,
La cepa Alfort 26 gE-,
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Principales
inmunógenos vacunales empleados en las
vacunas vivas comerciales gE- |
- Cepa Bartha
K/61 |
- Begonia gE- |
- Alfort 26
gE- |
- NIA-4 |
- NIA3-783 |
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En la actualidad
las vacunas inactivadas preparadas a partir de cepas que
no expresan la glicoproteína gE y las vacunas
de subunidades han sustituido a las vacunas convencionales
preparadas a partir de cepas virulentas. La mayoría
de ellas contienen adyuvantes oleosos, aunque están
apareciendo nuevas vacunas eficaces con adyuvantes acuosos,
que evitan las posibles reacciones adversas en el punto
de inoculación. |
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Principales
inmunógenos vacunales empleados en las vacunas
inactivadas comerciales gE- |
- Cepa Bartha K/61 |
- Phylaxia gE- |
- Bucarest |
- NIA-4 |
- NIA3-783 |
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Las vacunas gE- vivas
e inactivadas son las únicas autorizadas en la UE
y en otros muchos países, en los programas actuales
de vacunación-erradicación. |
Respuesta inmune frente
a vacunas marcadas |
El empleo de vacunas
marcadas vivas o inactivadas generan mecanismos de inmunidad
frente a la infección por ADV que inducen protección.
Sin embargo, los niveles y el tipo de mecanismos efectores
inducidos son diferentes. Estas diferencias están
relacionadas con una mayor eficacia en cuanto a la generación
de niveles óptimos de protección, referido
a una reducción significativa de los niveles y de
la duración de la excreción viral, y a la
prevención de la disminución en la ganancia
de peso. Algunos estudios indican que niveles óptimos
de protección se consiguen cuando se emplean vacunas
vivas. Otros trabajos señalan que en los días
inmediatamente posteriores a la infección la utilización
de vacunas vivas previenen de forma más efectiva
que las inactivadas una disminución en la ganancia
de peso. Por otro lado, en los estadíos tempranos
de la infección por ADV, la aparición de respuestas
linfoproliferativas se ha relacionado con una reducción
de la excreción viral y este tipo de respuesta es
de mayor magnitud después de la inmunización
con vacunas vivas. |
Eficacia de las vacunas
marcadas |
Tanto
las vacunas vivas como las inactivadas son eficaces en la
protección frente a los síntomas clínicos
de la enfermedad y la infección letal, aunque existen
diferencias en cuanto a la obtención de niveles óptimos
de protección, dependiendo de múltiples parámetros
como el genotipo vacunal, la ruta de administración,
el uso de adyuvantes, el programa de vacunación empleado,
el nivel de exposición al virus virulento o el nivel
de anticuerpos maternales que presentan los lechones en
el momento de la vacunación. Estos
parámetros influyen de forma significativa en la
reducción de la excreción vírica, en
el establecimiento de latencias y en la reactivación
del virus campo. |
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Principales
condicionantes en la Efectividad de las vacunas |
- Genotipo vacunal
adecuado a la situación epidemiológica |
- Programa de vacunación
empleado. |
- Nivel de exposición
al virus virulento (presión infectiva) |
- Nivel de anticuerpos
maternales en el momento de la vacunación.
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La
experiencia obtenida en los últimos años ha
demostrado que los programas de vacunación intensiva
con vacunas gE- han sido eficaces en el control de los síntomas
clínicos y en una reducción manifiesta de
la diseminación del virus campo, lo que apoyado con
medidas adicionales para reducir su transmisión,
está permitiendo que muchos países hayan realizado
importantes avances o se encuentren en las fases finales
de erradicación. |
Desarrollo del Programa
de vacunación |
Conocer cual la situación de la explotación
antes de iniciar un programa de vacunación es de
gran importancia y utilidad para lograr los mejores resultados.
Los perfiles serológicos
aportan datos sobre la presencia de virus circulante,
la prevalencia del virus en cada explotación, si
éste proviene del exterior o a través de
reposiciones.
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Es importante recordar que ninguna
vacuna, viva o inactivada produce una inmunidad permanente
y son necesarias dosis de recuerdo. Por otro lado,
la inmunidad que confieren puede variar en función
de las condiciones genéticas e individuales de
cada animal. En las explotaciones vacunadas va a disminuir
en gran medida el número de casos clínicos,
pero si la presión infectiva
es alta, los animales vacunados pueden todavía
ser infectados, aunque son necesarias un mayor
número de dosis infectivas para que se produzca
la infección. Si esto ocurre, la duración
de la viremia y la excreción de virus por estos
animales va a ser significativamente menor, disminuyendo
por tanto la diseminación del virus.
Aunque la vacunación no proporciona una protección
absoluta ni evita el establecimiento de infecciones latentes,
los datos disponibles de estudios experimentales y de
la experiencia en el campo indican que en
las explotaciones bien vacunadas existe una incidencia
menor de nuevas infecciones y una menor posibilidad de
reactivaciones, disminuyendo progresivamente la circulación
del virus y la prevalencia hasta valores que posibilitan
su eliminación total.
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Reactivación viral en poblaciones
vacunadas e infectadas.
A: Población con un adecuado programa de vacunación.
B: Población con un programa de vacunación
deficiente.
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La primovacunación
de lechones con anticuerpos
maternales juega un papel fundamental
en la efectividad de los programas vacunales. Si
la vacunación de lechones se lleva a cabo cuando
todavía existen altos niveles de anticuerpos maternales,
no se produce una inmunización efectiva, resultando
ineficaz por fenómenos de interferencia
calostral, dejando al lechón desprotegido.
Cuando se emplean vacunas vivas, la presencia de altos
niveles de anticuerpos maternales impide la multiplicación
de la cepa vacunal. La realización
de seroperfiles
en lechones es en este caso de
gran interés, ya que ofrecerán información
sobre la cinética de anticuerpos maternales presentes
en los lechones y por tanto cual es el mejor momento para
la primovacunación.
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Vacunación
de lechones con anticuerpos calostrales.
Seroperfiles representando el nivel
de anticuerpos calostrales en lechones de madres vacunadas,
y el nivel de anticuerpos vacunales
tras la vacunación. La respuesta ideal
sería la representada en esta figura en la que
los anticuerpos calostrales están representados
por la curva S2 y
los vacunales por la S1.
La protección está siempre garantizada
al no dejar ningún tipo de ventana inmunológica.
VACUNACIÓN
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La
vacunación en un momento inadecuado impide que se
desarrolle la respuesta vacunal eficaz. El animal
aunque está vacunado queda desprotegido.
Distintos estudios demuestran que este problema disminuye
si se administra una vacuna viva por vía intranasal,
donde se estimula fundamentalmente una inmunidad local
en la mucosa oronasal, puerta de entrada del virus de
campo.
El empleo de una doble vacunación a las 10 y14
semanas puede reducir la tasa de infección de forma
más importante que con una única dosis vacunal.
Más información en el Curso
de Introducción a la Inmunología Porcina.
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Ejemplo de seroperfil representando
una mala vacunación y posterior infección
de lechones con anticuerpos calostrales.
Vacunación en presencia de elevados anticuerpos
calostrales (línea azul) que
evitaron la acción de la vacuna
(línea verde), apareciendo posteriormente
anticuerpos de infección
ya que dejamos desprotegido al animal (línea
roja ).
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Existen razones económicas,
políticas y científicas que hacen recomendable
y posible la erradicación de esta enfermedad.
Las importantes pérdidas económicas que origina
la presencia del virus en un área, región
o país vienen determinadas fundamentalmente por la
alta mortalidad en lechones, el empleo de programas de vacunación
para el control de la enfermedad y las restricciones en
la exportación. |
Factores
que hacen recomendable la erradicación de la
Enfermedad de Aujeszky |
- Altas tasas de
mortalidad y enfermedad en cerdos, fundamentalmente
lechones. Alta mortalidad en hospedadores no porcinos
(rumiantes, carnívoros). |
- Restricción
de las exportaciones. |
- Empleo de programas
de vacunación de forma generalizada para controlar
la enfermedad. |
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Factores
epidemiológicos que favorecen la erradicación |
- El cerdo es
básicamente la única fuente de infección,
y al mismo tiempo el único reservorio del
virus. |
- Las rutas de
transmisión son bien conocidas: contacto
directo entre cerdos, vía aerógena,
vectores indirectos... |
- la inactivación
del virus es sencilla, mediante los procedimientos
habituales de limpieza y desinfección. |
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Entre los métodos
de erradicación que se han venido empleando, y que
se han mostrado eficaces destacan:
· La despoblación / repoblación,
· Análisis y eliminación de seropositivos
(muestreo y sacrificio inmediato de seropositivos, sin
utilizar la vacunación),
· El destete segregado
· La vacunación intensiva junto con la introducción
de cerdas de reposición seronegativas
En casi todos los países con altas prevalencias
se ha seguido mayoritariamente el último, ya que
es el que menos impacto económico produce y ha
demostrado mayor eficacia.
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Elementos
básicos que inciden de forma significativa en el
éxito de un programa de erradicación |
- El establecimiento de
una legislación específica que soporte el
programa |
- La existencia de un
programa de muestreo serológico y programa de vigilancia
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- Control de las reposiciones
y de la auto-reposición |
- El control del flujo
de animales, instalaciones y personal |
- La estrecha cooperación
entre veterinarios y productores. |
En regiones o países con baja prevalencia viral,
es posible aplicar programas de erradicación sin
vacunación, aunque el coste económico que
conlleva es muy elevado. Inglaterra y Dinamarca consiguieron
erradicar la enfermedad en pocos años aplicando
un programa de muestreo serológico basado en la
técnica ELISA seguido del sacrificio (stamping
out) de las granjas o cerdos infectados.
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Programas de vacunación-erradicación
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En
países con altas prevalencias y alta densidad de
población porcina, la erradicación de la enfermedad
se está llevando a cabo utilizando programas de vacunación-erradicación.
Los mejores resultados se están obteniendo empleando
la vacunación intensiva con vacunas vivas y la eliminación
de los animales seropositivos, junto con la introducción
de cerdas de reposición seronegativas. |
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Programas
de vacunación-erradicación: Factores
más importantes a considerar en la elección
del tipo de vacuna |
- Características
particulares de cada explotación (tipo
de animales alojados, diseño, medidas de
bioseguridad, etc.), |
- Características
del área o región en la que se pretende
llevar a cabo el programa:
- densidad porcina de la zona
- prevalencia del virus
- la situación epidemiológica de la
enfermedad en la región. |
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Las
vacunaciones deben ser realizadas de forma disciplinada
y correcta, ya que las poblaciones deficientemente vacunadas
originan animales desprotegidos. Las explotaciones deficientemente vacunadas y las subpoblaciones no vacunadas juegan
el papel más importante en la aparición de
nuevas infecciones, particularmente en las zonas de alta
densidad porcina, donde existe un movimiento frecuente
de animales entre explotaciones. Estas
poblaciones pueden comprometer el éxito del programa
de erradicación.
Las explotaciones de cebo infectadas juegan también
un papel muy significativo en el mantenimiento del virus
en zonas de alta densidad porcina. En explotaciones donde
persiste el ADV es necesario revisar las medidas de manejo
y adaptarlas para reducir la diseminación del virus,
y minimizar el contacto entre grupos. La
repetida introducción de reposiciones no controladas
serologicamente o procedentes de explotaciones donde existe
circulación viral, conduce a la aparición
de olas de infección. |
Factores
que influyen de forma muy significativa para el éxito
de los programas de vacunación - erradicación |
I)
un control estricto sobre la utilización de las vacunas,
y su correcta aplicación, |
II)
el propio programa de vacunación para conseguir poblaciones
bien vacunadas |
III)
introducción de cerdas de reposición seronegativas
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IV)
el control de los factores de riesgo asociados a la circulación
del virus y otras medidas adicionales para reducir su transmisión
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V)
conseguir regiones libres de forma más rápida
y efectiva, como la eliminación selectiva de animales
seropositivos o incluso una despoblación temporal.
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La eficacia
de la vacunación va a influir también sobre
las consecuencias de una posible reactivación viral
en animales infectados de forma latente.
En poblaciones bien vacunadas la diseminación
del virus por animales infectados de forma latente son de
menor relevancia, aunque, estos animales deben ser eliminados
en las fases finales de los programas de erradicación.
Los animales infectados de forma latente
con bajos niveles de inmunidad
vacunal, representan un peligro constante ya que en
caso de reactivación viral, el sistema inmune es
incapaz de eliminarlo, convirtiéndose en una fuente
de infección para la población.
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La elección de
un buen programa de vacunación, realizando su control
y seguimiento para asegurar el mantenimiento de las explotaciones
bien vacunadas, y el control de los factores de riesgo asociados
a la circulación del virus en las poblaciones vacunadas,
producirá una reducción muy significativa
de la prevalencia del virus y la posibilidad de erradicar
la enfermedad. |
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